Kicking Horse
La primera vez que se oye hablar de Kicking Horse lo que más llama la atención es su nombre, suena curioso, un tanto gracioso y, a la vez, si piensas en lo que significa, “caballo coceador”, cualquiera se imagina que debe ser una estación exigente. Cuando te informas un poco, lo que se plantea uno es si merecerá la pena viajar hasta Canadá para esquiar allí, ¡En una estación con tres remontes!
Después de haberla visitado, nuestra opinión es un SÍ rotundo, Kicking Horse merece la pena con tres y, si me apuras, le sobran dos remontes para ya ser lo más exclusivo, lo más exigente y singular. Una estación donde el freeride se hace con todas sus consecuencias, un lugar donde esquiar alguna pista pisada es casi una anécdota y donde el 90 % de su terreno y sus itinerarios son laderas salvajes de nieve virgen o poco pisada y con una calidad excelente desde diciembre hasta abril. Un lugar con una nieve casi tan buena como las estaciones más al sur, pero con unas características que la hacen única.
Un escenario increíble donde aparecen en lo alto de su dominio un par de picos, Terminator y Blue Heaven, que rondan los 2500 metros de altitud, pero que acumulan nieve de manera exagerada. Desde sus cumbres hay líneas desde moderada dificultad hasta extremas, también existe un camino suave para que puedan bajar principiantes, pero evidentemente, aquí se viene a trabajar buscando los atrevidos itinerarios que hay entre cornisas y rocas y que, cuando se ven por primera vez, asustan y mucho. A veces se comienza a bajar directamente al salir de los remontes, pero también abundan los itinerarios que comienzan con paseos con los esquís a la espalda de 5 minutos o caminatas de casi media hora para buscar el punto deseado con nieve sin pisar... Más información